Las ventas son cada vez más competitivas. Los consumidores tienen acceso a una gran cantidad de información y opciones, por lo que es más difícil captar su atención y convencerlos de comprar.
En este contexto, es importante entender que la venta se da primero en la mente. Es decir, para que una persona compre un producto o servicio, primero debe tener una idea positiva de él.
Elon Musk, el fundador de Tesla y SpaceX, está trabajando en un proyecto llamado neuralink. Este proyecto busca desarrollar una interfaz cerebro-computadora que permitiría a las personas controlar dispositivos electrónicos con sus pensamientos. Si el neuralink llega a ser un éxito, podría tener un impacto significativo en el mundo de las ventas. Las empresas podrían utilizar esta tecnología para crear experiencias de compra más personalizadas y envolventes.
Especialización de los hemisferios cerebrales
El cerebro humano está dividido en dos hemisferios, el izquierdo y el derecho. Cada hemisferio tiene sus propias funciones específicas.
El hemisferio izquierdo está asociado con el pensamiento lógico, el lenguaje y el análisis. El hemisferio derecho está asociado con la creatividad, la imaginación y las emociones.
Al momento de vender, es importante tener en cuenta la especialización de los hemisferios cerebrales. Por ejemplo, si queremos convencer a un cliente de que nuestro producto es la mejor opción, podemos utilizar argumentos lógicos y racionales que apelen al hemisferio izquierdo.
De la forma como entregues la información así seras más o menos recordado
La forma como entregues la información es importante para que el cliente te recuerde. Si la información es presentada de forma atractiva y memorable, será más probable que el cliente la recuerde y la asocie con tu marca.
Hay muchas técnicas que puedes utilizar para hacer que tu información sea más memorable. Por ejemplo, puedes utilizar imágenes, historias, o humor.
El cerebro guarda lo que se imagina
El cerebro no distingue entre lo que es real y lo que es imaginario. Cuando imaginamos algo, nuestro cerebro activa los mismos circuitos neuronales que cuando experimentamos algo real.
Esto significa que, si podemos hacer que el cliente se imagine utilizando nuestro producto o servicio, será más probable que lo compre.
Taxonomía de bloom para la era digital
La taxonomía de bloom es un marco de referencia que ayuda a clasificar los objetivos de aprendizaje. Fue desarrollada por el psicólogo educativo Benjamin Bloom en 1956.
La taxonomía de bloom se puede utilizar para evaluar el impacto de nuestras estrategias de venta. Por ejemplo, si queremos que los clientes entiendan los beneficios de nuestro producto, podemos utilizar objetivos del nivel de comprensión.
Sesgos cognitivos
Los sesgos cognitivos son patrones sistemáticos de desviación de la objetividad y la racionalidad en el procesamiento de la información. Estos sesgos afectan la toma de decisiones y el juicio humano, llevando a la interpretación inexacta de la realidad. A continuación, se describen algunos sesgos cognitivos comunes:
- Sesgo de Confirmación:
- Las personas tienen una tendencia a favorecer la información que confirma sus creencias preexistentes o hipótesis, evitando información que las contradiga.
- Impacto: Puede conducir a la formación de burbujas informativas y dificultar la consideración de perspectivas alternativas.
- Sesgo de Disponibilidad:
- La probabilidad de que algo sea considerado importante depende de cuán fácilmente se pueda recordar o acceder a ejemplos de ello.
- Impacto: Puede llevar a sobreestimar la importancia de eventos recientes o memorables, distorsionando la evaluación de riesgos y recompensas.
- Sesgo de Anclaje:
- La primera información que se recibe (el «ancla») tiende a ejercer una influencia desproporcionada sobre las decisiones posteriores.
- Impacto: Puede llevar a estimaciones iniciales sesgadas, afectando la evaluación posterior de la información.
- Sesgo de Autoservicio:
- La tendencia a interpretar y recordar información de una manera que respalda nuestras propias creencias y nos favorece a nosotros mismos.
- Impacto: Puede contribuir a la percepción distorsionada de nuestras habilidades y la atribución de éxitos a nuestras habilidades, pero los fracasos a factores externos.
- Sesgo de Sobreoptimismo:
- La propensión a subestimar los riesgos y sobrevalorar la probabilidad de eventos positivos.
- Impacto: Puede llevar a tomar decisiones basadas en expectativas poco realistas y subestimar la posibilidad de consecuencias negativas.
- Sesgo de Conformidad:
- La tendencia a ajustar nuestros pensamientos y comportamientos para coincidir con los de un grupo mayoritario.
- Impacto: Puede limitar la diversidad de opiniones y llevar a decisiones colectivas subóptimas.
- Sesgo de Reactividad:
- Las personas pueden cambiar su comportamiento cuando saben que están siendo observadas.
- Impacto: Puede afectar la validez de estudios observacionales y la recopilación de datos en entornos sociales.
- Sesgo de Hindsight:
- La creencia de que, después de que un evento ha ocurrido, uno podría haber predicho o explicado su resultado.
- Impacto: Puede distorsionar la evaluación retrospectiva de decisiones y contribuir a la sobreconfianza.
Reconocer y comprender estos sesgos cognitivos es fundamental para mejorar la toma de decisiones, tanto a nivel individual como colectivo. La conciencia de estos sesgos puede ayudar a las personas a adoptar enfoques más objetivos y racionales en diversas situaciones.
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